miércoles, marzo 25, 2020

Trabajo sobre el Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia- 6to y 7mo Grado


Chicos:
En el siguiente link encontrarán el mismo trabajo que está desarrollado a continuación.
Léanlo con atención y luego realicen las actividades.
Lo compartimos a la vuelta a clase.
                                                   Cariños.
                                                 Las Seños

https://drive.google.com/drive/folders/1VPkR5J5hMn1eZBnZ48AYZHhnpSihpp4w

24 de marzo:
DÍA DE LA MEMORIA POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA
¿Qué pasó el 24 de marzo de 1976?
El 24 de marzo de 1976 las Fuerzas Armadas protagonizaron en la Argentina un nuevo golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón. Esta dictadura no fue una más de las acontecidas en América Latina en el siglo XX. Nuestro sistema de gobierno, basado en la Constitución Nacional, fue arrasado. Se disolvió el Congreso, se impidió el funcionamiento de los partidos políticos, se prohibió la actividad sindical, se anuló la expresión de libertad y se suspendieron las garantías constitucionales de todos los ciudadanos de la Nación. 
Desde 1976 hasta 1983, el Estado argentino se valió de un aparato represivo para llevar adelante una persecución que culminó con la desaparición sistemática y forzada de miles de personas. Para ello se utilizó la fuerza pública estatal de manera ilegal y se instalaron más de 600 centros clandestinos de detención, muchos de los cuales funcionaban en instituciones públicas, como comisarías, escuelas y hospitales, ubicados en zonas urbanas. 
Los organismos de Derechos Humanos vienen, incluso desde los años de la dictadura, luchando por la memoria, la verdad y la justicia. Desde la llegada de la democracia, comenzó un largo proceso de justicia que se extiende hasta nuestros días, ya que aún hoy siguen siendo juzgados muchos de los responsables de aquellos delitos, que no prescriben por ser delitos de “lesa humanidad”. Por otro lado, la búsqueda de memoria, verdad y justicia también se despliega en el terreno simbólico, en la búsqueda de un lenguaje para narrar lo que pasó, para poder “representar lo irrepresentable”. Trabajar con “lugares de la memoria” es una forma de asomarse a esta búsqueda.
¿Qué son los “lugares de la memoria”?
El concepto “lugares de la memoria” fue acuñado por el historiador francés Pierre Nora y, si bien existen algunos debates en relación a cómo pensar la historia reciente desde esta categoría, puede resultar un buen punto de partida para trabajar el 24 de marzo. 
¿Dónde se “guarda” la memoria de un país, de un colectivo social, de una provincia, de una localidad o de un barrio? ¿Dónde se materializa? ¿Qué fechas, qué sitios, qué objetos y qué personas públicas son capaces de condensar momentos que iluminan el pasado de un colectivo social? ¿Cuáles tienen la capacidad de concentrar núcleos de sentido del pasado que puedan activar la rememoración colectiva? 
Estas son algunas de las preguntas que activaron el desarrollo del concepto de “lugares de memoria” que Pierre Nora clasifica en cuatro categorías:
  • Los sitios: edificios, plazas, ciudades, regiones; 
  • Las fechas: conmemoraciones, revoluciones, golpes; 
  • Los objetos: libros, filmes, prendas de vestir, consignas;
  • Las personas públicas.
Es decir: estas cuatro formas de los “lugares de memoria” pueden “guardar” el pasado común de una nación o de un grupo para identificarse, pueden constituirse en espejos para el reconocimiento colectivo y para convocar a la reflexión sobre el pasado y sobre la idea de lo “común”.
El fragmento dice así:
"Cada familia husihuilke conservaba un cofre, heredado por generaciones, que los mayores tenían consigo. Aunque tenía algo menos de dos palmos de altura, y un niño pequeño podía rodearlo con sus brazos, en él se guardaban recuerdos de todo lo importante que había ocurrido a la gente del linaje familiar a través del tiempo. Cuando llegaban las noches de contar historias, volteaban el cofre haciéndolo dar cuatro tumbos completos: primero hacia delante, después hacia atrás y, finalmente, hacia cada costado. Entonces, el más anciano sacaba del cofre lo primero que su mano tocaba, sin vacilar ni elegir. Y aquel objeto, evocador de un recuerdo, le señalaba la historia que ese año debía relatar. A veces se trataba de hechos que no habían presenciado porque eran mucho más viejos que ellos mismos. Sin embargo, lo narraban con la nitidez del que estuvo allí. Y de la misma forma, se grababa en la memoria de quienes tendrían que contarlo, años después.
Los husihuilkes decían que la Gran Sabiduría guiaba la mano del anciano para que su voz trajera desde la memoria aquello que era necesario volver a recordar. Algunas historias se repetían incansablemente. Algunas se relataban por única vez en el paso de una generación; y otras, quizá, nunca serían contadas.
–Pienso en las viejas historias que quedaron para siempre dentro del cofre –dijo Thungür–. Si nadie las contó, nadie las oyó. Y si nadie las oyó...
–Nadie las recuerda –completó Kush, que llegaba con su vasija cargada de menta dulce. Siempre repites lo mismo y me obligas a repetir a mí. ¡Tantas veces te lo he dicho! Cuando algo ciertamente grande ocurre suelen ser muchos los ojos que lo están viendo. Y muchas las lenguas que saldrán a contarlo. Entonces, recuerda esto, las viejas historias que jamás se cuenten alrededor de un fuego, alrededor de otro se contarán. Y los recuerdos que un linaje ha perdido viven en las casas de otro linaje."  
Liliana Bodoc. (2000). “Los días del venado”

Consigna
¿Qué objetos podríamos sacar de ese cofre imaginado por los husihuilkes?
·         Fotos carnet: las primeras fotos que se exhibieron para pedir por los desaparecidos y las desaparecidas fueron las fotos carnet de sus documentos de identidad, fue una de las formas en que los familiares buscaron restituir la individualidad negada en la desaparición. 


 ·         Pañuelos blancos: comenzaron como la forma que eligieron las madres de los desaparecidos para identificarse en sus rondas semanales en Plaza de Mayo. Hoy son uno de los símbolos más reconocidos de la lucha por los Derechos Humanos.



·         Un libro prohibido:
 libros infantiles que fueron censurados durante la dictadura debido a su contenido considerado como “subversivo”.


Luego de la lectura del fragmento literario y de observar las imágenes investiguen los siguiente:
1)      Averigüen la edad que tenían sus papás, sus tíos, abuelos y/o vecinos en 1976 y pidan que les cuenten algún recuerdo de cómo fue para ellos vivir ese momento de nuestra historia.
2)      Hablen en familia sobre los conceptos de “permitido” y “prohibido”.
3)      Observen los datos en sus DNI y Partidas de Nacimiento, para saber sobre tu “identidad”.
4)      Hablen en familia sobre los organismos de los Derechos Humanos.

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